domingo, 25 de agosto de 2013

Reflexiones sobre el Paro Campesino

Lo recuerdo como si fuera ayer porque es una escena difícil de olvidar. Yo tendría unos 16 o 17 años de edad y tenía que acompañar cada quince días a mi padre a su finca del Magdalena Medio.

El negro Ovidio mediría un  metro ochenta o más. Era musculoso, de piel aspera y de unos ojos penetrantes en los que la parte que debía ser blanca era café. El negro extendió su mano para saludarme y nunca lo olvidaré... su mano era un solo cayo. No un cayito de señorita de los que me salían a mi en los pies cuando me tocaba caminar mucho por gastarme la plata del bus. No, era una mano cayosa  con la textura de una lija. Era un cayo de mínimo tres centimetros de espesor.

A ellos, los subalternos de Ovidio, le impresionaban también mis manos. Como eran de chiquitas, débiles y tersas ... como de señorita. A eso sumémole que en esa época yo era un flacucho. Un señor mayor y su enclenque hijo  dueños de una finca en el Magdalena Medio.

Estabamos ahí para pagarle el contrato de rocería. La rocería es lo que se hace para convertir el monte en potreros. Una cuadrilla de aguerridos hombres se internan en la selva y armados de machetes, una lima de afilar  y muchísima limonada endulzada con panela tumban cuanto arbusto, chamizo y arból se le pase por delante. Luego queman, siembran pasto y un par de meses después aparece un potrero.

Además de su increiblemente cayosa mano, lo que no puedo olvidar es la montaña de dinero. El dinero lo contó el hijo del negro Ovidio, un niño de 12 años. El negro era analfabeto pero acababa de recibir lo que estaba acostumbrado para ese tipo de trabajos, 8 millones de pesos de hace 20 años. En cuatro  meses el negro se había ganado lo que costaba toda mi carrera en la Universidad de los Andes. Realmente, el negro en su analfabetismo no entendía cuanto dinero era y la alta denominación de los billetes lo tenía confundido, porque el esperaba ver una montaña de billetes un poco más grande. Entre varios tuvieron que calmarlo, pensaba que mi papá lo robaba, eran muy poquitos billetes. Para mi las cuentas fueron claras, el negro ganaba más que un ingeniero y ganaría más que yo cuando me graduara.

Mi padre, ingeniero, había decidido volver a sus raices: al campo. Había comprado una finca de 150 hectáreas en el Magdalena Medio. Le había costado 10 millones de pesos, su  salario de 5 meses. Para que se den una idea: 150 Ha es un cuadrado de 1.2 Kms de lado. Era barata porque la "finca" era un pedazo de selva a 30 minutos a pie de la carretera destapada más cercana.  Y a 8 horas de viaje desde Bogotá.

Para convertir 50 Ha de esa selva en potreros útiles había gastado una cantidad de dinero que era similar al valor de la finca. Luego tuvo que cercarla, comprar pasto, hacerle un rancho.  Finalmente pudo meter 50 terneritos.

Ustedes pensarán que como cosa rara cuento historias que nada tienen que ver con el verdadero tema. ¿Qué tiene que ver la finca de mi padre con el paro campesino? ¿Que tiene que ver el negro Ovidio en esta historia? ¿Qué papel juega el hijo del negro? ¿Se enamoró el joven ingeniero del negro gigante y analfabeta? .... ¡Pues no! No soy maricón aunque tengo manos de señorita.

15 Años Después

Quince años después mi padre tuvo que vender la finca. ¡No aguantó más! No fue la guerrilla, ni fueron los paras (que si los había)... fueron las matemáticas. Una finca de 150Ha no es rentable.

Sacaré de la ecuación la inversión inicial porque el terreno no se consume (a no ser que se lo lleve un rio), los potreros después de hechos, si se mantienen no se van a ir a ningún lado.

De esas  150 Ha  había logrado 60Ha de potreros donde cabían máximo 50 terneros que demoraría dos años en convertirse en novillos.

Costos
  • 50 terneros * $800.000= 40'000.000
  • Cuidador : 24 meses * $800.000 =  40'000.000
  • Semillas, Fertilizantes, Sal, plaguicidas, vacunas = 6'000.000
  • Novillos muertos por accidentes, enfermedad: 2 o 3.
Ganancia
  • Novillos al matadero 48 * 2'000.000 = 96'000.000

96 millones - 86 millones  = 10 millones.

Es decir que tener una finca te da una ganancia de $416.000 mensuales.

Es un saldo positivo, pero no siempre es así. Algunas veces se mueren más novillos de lo planeado, otras veces se los robaban, muchas veces tocaba venderlos antes de tiempo por sequía...

Pero el mayor problema, siempre fue que nadie quería trabajar. La vida del campo es increiblemente dura y los mismos campesinos le huyen. Mi padre pagaba para que le cuidaran el ganado, pero nunca logró crear un potrero nuevo sin la ayuda de contratistas (como Ovidio). A duras penas le ponían la sal al ganado, contaban las reses y de vez en cuando fumigaban.

Por esa razón personas como Ovidio, analfabetas y "brutas" cobraban lo que cobraban. Eran pocos los guerreros  capaces de convertir la selva en potreros. Ovidio desaparecería del mapa con contratos en diferentes lugares del país.

El Hijo del Negro Ovidio


El hijo del negro Ovidio terminaría sus estudios y seguramente huiría a la ciudad o una cabecera municipal.  Su padre analfabeta no podría heredarle mínimo 500Ha para poder sobrevivir y él tampoco las querría trabajar. Ya había vivido mucho tiempo con su madre en la cabecera municipal y tendría las manos suves y tersas como las mias.  Con suerte terminaría una carrera profesional o tecnológica. Y sin suerte terminaría siendo mensajero, obrero, celador. etc.


Análisis Final


Mi análisis del paro campesino es muy sencillo:
  • Es imposible mantener una familia con un ingreso descente si no se tienen un terreno bien grande. 200 o 300 Ha alcanzarían para mantener una familia con ingresos similares a los de un celador o un obrero de construcción en la ciudad. En tierras más fertiles serían menos hectáreas. Pero calculo que la tierra para mantener una familia valdría no menos de 300 millones de pesos.Una fortuna para cualquier citadino.
  • Además de la tierra se necesita una inversión grande de dinero para los terneros, en el caso ganadero; y semillas , fertilizantes y maquinaria en el caso agrícola. 
  • La única manera de que un campesino pobre pueda cultivar la tierra es hacerlo con sus propias manos y necesitaría "esclavizar" a sus hijos para poder sacarle provecho a la tierra.Tener empleados no es rentable si no se tiene una hacienda.
  • Cualquier parcela pequeña es una condena a la miseria. El que tiene una parcela pequeña tarde o temprano terminará vendiéndola a un terrateniente. El terreteniete al tener terrenos grandes recibe cada vez más y más dinero y el dueño de la parcela es cada vez más y más pobre. La tierra vale más que su propio trabajo y terminará vendiendo. 

¿Por qué en otros paises la agricultura si funciona?

En los paises desarrollados la situación es exactamente la misma de nuestros campesinos, solo los que tienen terrenos grandes pueden sobrevivir. La gran diferencia es que en los paises desarrollados están tecnificados y el papá campesino y sus hijos campesinos tienen máquinas: sembradoras, cosechadoras, tractores, ordeñadoras etc. Tecnificada una familia puede sacarle provecho a 200 Ha o más.

Adicionémole al tema los subsidios. Esos campesinos reciben subsidios por lo que siembran y es por eso que en los países desarrollados hay exceso de comida.

En el mundo moderno la comida no vale casi nada. Media docena de mandarinas traidas recogidas, transportadas y embaladas al por menor valen solo $2.000, eso es menos de 10 minutos de trabajo de un profesional. La comida no procesada es muy barata si se compara con el esfuerzo que se requiere llevarla al mercado.

Yo le pregunto amigo indignado:

¿PAGARÍA USTED TRES O CUATRO VECES MÁS POR EL MERCADO DE VIVERES DE SU CASA SI SE LE GARANTIZARAN QUE PROVIENEN DE COMERCIO JUSTO Y PAGOS DESCENTES A CAMPESINOS COLOMBIANOS MINIFUNDISTAS?

Si su respuesta es: no ¿entonces a quien carajos está apoyando? Lo único que se, es que en mi Facebook los mismos que apoyan el paro, son los que a diario se quejan del precio de la comida y la canasta familiar. Que en Europa es más barata.

También me da tristeza con los campesinos colombianos de azadón y buey, así como me dan tristeza los operadores de telégrafo, las mecanógrafas y otras profesiones que desaparecieron ya.

Desafortunadamente, los tiempos cambian y si ellos no se tecnifican (los campesinos) y empiezan a darle valor agregado a los commodities que producen desaparecerán y sus tierras serán absorbidas por terratenientes.

Los subsidios solo alargarían la muerte del campesinado y postergarían indefinidamente la tecnificación del campo.

Reclamos Justos 


De los reclamos de los campesinos . El único que comparto plenamente es el tema de los insumos agrícolas. Semillas, fertilizantes, maquinaria,y culaquier tecnología que sirva al agro debería estar excenta de impuestos y de libre importación. Esos impuestos si son una real desventajapara el campesinado.

P.D.: Siguiendo los pasos de mi padre tambien compraré una finca para perder dinero. Las raices llaman, pero yo si tengo claro que mínimo 500 Ha debo tener.


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miércoles, 14 de agosto de 2013

El Que Tiene Tienda que la Atienda ... con Cerveza

Todos los día me levanto muy temprano a sacar a pasear a mi perrita. Trato de levantarme más temprano que el alcalde Petro y camino al parque repito con fe un mantra: ¡ Que no se le ocurra otra locura! ¡ Que no se le ocurra otra locura! ¡ Que no se le ocurra otra locura! ...


Que no se le ocurra otra locura mañanera del alcalde Petro. No se si las chifladuras se le ocurren mientras duerme, o tiene un corto circuito en el cerebro y si duerme del lado derecho se le activa,  o si las va madurando día a día hasta que son lo suficientemente disparatadas para hacer una rueda de prensa y ocupar las primeras páginas del periódico.

Una idea bien intencionada


En su última locura decidió prohibir a las tiendas de barrio el expendio de alcohol; inicialmente en algunas localidades y con ganas de extenderlo a toda la ciudad.

La idea en principio bien intencionada es disminuir el número de muertes violentas en la ciudad y como las estadísticas lo indican, buena parte de esas muertes ocurren en riñas causadas por efectos del alcohol. Los médicos de urgencias bien lo saben: viernes y luna llena  es un desfile de apuñaleados, baleados, golpeados ... todos borrachos.

Para una persona del común parecería una idea noble, loable y maravillosa. A quien no le interesa reducir las muertes violentas de la ciudad. Además el desfile de borrachos en la calle los viernes en la noche es molesto para los que no tomamos.

¿De dónde saco lo que sé?


A este punto debo aclarar varias cosas. No tengo una tienda de barrio (a Dios gracias, ya explicaré porque); tampoco soy cliente asiduo de tiendas de barrio para consumir alcohol, salvo una cerveza cada mil años para preparar el refajo del asado; tampoco tengo una licorera o soy distribuidor de licores.

El análisis siguiente proviene de mi experiencia en el desarrollo de software. Mi empresa tiene una aplicación de toma pedidos móvil o TIENDA a TIENDA que es usada por distribuidores mayoristas y por esa relación con mis clientes conozco la importancia del alcohol y el cigarrillo en la economía de la ciudad.

¿Qué es una tienda de barrio?

Una tienda de barrio es principalmente un negocio de supervivencia familiar.
En una tienda de barrio se venden toda suerte de abarrotes de consumo diario: gaseosas, papas fritas, aguas, dulces, granos, papel higiénico, jabón en polvo, helados, empanadas de vitrina y sobre todo cigarrillos y alcohol.


Quien ha visitado una tienda de barrio (no supermercado) se habrá dado cuenta de algunas cosas:
  • En buena parte están mal abastecidas. Señal inequívoca de que sus dueños no tienen mucho capital para mantener las estanterías llenas. Yo sobretodo almacenar perecederos. 
  • Son atendidas por sus dueños y por sus hijos por lo general menores de edad.
  • Muchas quedan en el primer piso de la vivienda.
  • Sus clientes durante el día son niños que consumen montos no mayores a $2.000. Gomas de $200, papas fritas del $1000, helados de $1000.  
  • Personas adultas mamándole gallo al almuerzo: Una empanadita grasosa con Coca-Cola y mucho ají; Un Chocorramo y un nestea... cosas de esas. 
  • Las amas de casa prefieren los minimercados a las tiendas de barrio.
Todas compras menores a los $10.000 y que dejarán de ganancia entre $100 a $2000 por cliente. Mantener una familia con esos ingresos implicaría tener más de dos mil transacciones al mes es decir 10 clientes por hora de manera constante... Quien haya visitado una tienda de barrio habrá visto que pasan horas sin clientes que las visite.

Básicamente, no se puede mantener una familia a punta de papitas fritas y gusanos de gelatina.

Las Tiendas de Barrio Sobreviven del Trago

A principios del año uno de mis clientes de quebró. Le tomó dos meses solamente, después de años de una rentable operación. Mi cliente un distribuidor tienda a tienda manejaba las líneas más importantes de cereales (Kellogs), aseo, atunes en lata, papas fritas, dulces, cigarrillos y alcohol. Manejaba miles de tiendas pequeñas de barrio en Bogotá.

En un golpe de mala suerte, mi cliente perdió en un corto lapso tiempo la distribución del trago y los cigarrillos por cambios de política de sus proveedores. De un momento para otro sus ventas cayeron entre un 60% a 70% y dejó de ser rentable, para producir perdidas. A las pequeñas tiendas de barrio no les interesaban las papas fritas y los Kellogs porque estas viven del trago. Más del 50% de los ingresos de una tienda de barrio provienen de las bebidas alcohólicas y los cigarrillos.

Quiebra Inminente


Así como mi cliente perdió de un momento para otro el 60% de sus ventas; con la prohibición, las tiendas de barrio perderán la mayor parte de sus ventas y con estas su principal medio de subsistencia. Miles de familias humildes que hoy sobreviven con un pequeño negocio en el primer piso de su casa pasarán a una situación más crítica.

Los borrachines buscarán otro tipo de negocios. Migrarán a bares, burdeles, canchas de tejo, galleras y otros sitios de mala muerte. Conseguirán trago de manera clandestina y los veremos bebiendo en los parques y andenes de la ciudad.  Los deportistas que remataban sus picaditos con usa cervecita fría tendrán que conformarse con un Vive100 o un Nestea.

Distribuidores tienda a tienda quebrarán. Al desaparecer las tiendas de barrio por no ser rentables, los distribuidores que recibían el arrastre del trago para vender papitas, dulces, cereales verán bajar sus ventas hasta puntos insostenibles.

Pobreza a cambio de estadísticas

Nuestro alcalde no mide las consecuencias económicas de sus actos. Condenará a la quiebra a miles de familias humildes para poder mostrar a su grupo de ciegos adulones una disminución de uno o dos puntos en las muertes violentas de la ciudad.

La ciudad no necesita prohibición, necesita regulación. Mañana nos prohibirá salir a las calles para evitar los accidentes de tráfico, pasado mañana prohibirá los paseos a los cerros para evitar los atracos, traspasado mañana prohibirá los taxis para evitar los paseos millonarios... Igual, estuvo a punto de prohibir el uso de celular en la calles para evitar el robo de los mismos.


Es ingenuo por parte del alcalde, que al prohibir el alcohol en las tiendas de barrio vaya a convertir a nuestra ciudad en un mar de tranquilidad lleno de gente sobria.


Por eso sigo repitiendo mi mantra: ¡ Que no se le ocurra otra locura! ¡ Que no se le ocurra otra locura! ¡ Que no se le ocurra otra locura! ...



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